viernes, 26 de diciembre de 2008

VIDA NUEVA

El siguiente poema fue el primero -y el último- que les mostré a unas compañeras de la preparatoria. En aquél entonces no sabía que la poesía es solamente para los poetas, y por supuesto para algunos que sin ser poetas la aprecian. La triste anécdota de este poema es que una de mis amigas (y en realidad era mi amiga) se rió cuando terminó de leerlo. No lo hizo por maldad ni por burlarse, estoy completamente segura de eso; lo hizo por ignorancia, porque no supo cómo reaccionar, pero yo me sentí muy mal, muy incómoda por su reacción. Preferiría que me dijeran que es un poema muy malo antes que reírse de él, pero la gente a mi alrededor nunca ha estado acostumbrada a leer poemas, esa es otra triste realidad. Desde entonces se los he mostrado a muy pocas personas. Hubo una época en la que cada poema terminado se lo mostraba a mi papá. Sabía que él me entendía porque el también escribía (o escribe, no lo sé) y que por lo tanto nunca se reiría. El publicar aquí estos poemas no me resulta tan fácil porque nunca lo había hecho, sin embargo, por primera vez no me preocupa si alguien los lee y al terminar de hacerlo se ríe o no.
Vida Nueva


Rosa, no te marchites
en mi jardín.
Porque si te marchitas
muere tu vida,
no soy feliz.

Mira el cielo dorado
cuando los rayos
del sol relucen.
Mira las estrellitas
cuando de noche
prenden sus luces.

Vida, no te termines,
jamás te mueras
dentro de mí.
Se apaga el arco iris,
muere la noche,
no soy feliz.

Si la vida se acaba,
el sol se apaga
para mi ser.
Nunca más tendré nada
ni una esperanza
para reír.
Pierde la luna el brillo,
la luz el cielo,
no soy feliz.

Pero, si las gaviotas
vuelan felices
retando al aire…
pienso que las personas
pueden sonrientes
soñar, amarse.
Si mi sueño se cumple,
si el amor nace,
lo siento así;
se abrirá un cielo nuevo,
una sonrisa…
¡Y seré feliz!

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